domingo, 23 de abril de 2017

Tramas secundarias en 'El nombre de la rosa'

¿Cuáles son la estructura principal y las estructuras secundarias de la novela de Umberto Eco El nombre de la rosa?
Decía Umberto Eco que dentro de la estructura o trama principal de una historia de misterio o policíaca existen y coexisten las tramas secundarias, tantas como conjeturas se puedan formular dentro de la historia.
 
 
Umberto Eco, El nombre de la rosa, Sean Conneri, Christian Slater
Guillermo de Baskerville y Adso de Melk

En la novela El nombre de la rosa¿cuántas tramas encontramos?
La trama principal es la que responde a la pregunta quién es el asesino de las muertes en la abadía, comentada en El modelo abstracto de Umberto Eco.
¿Y las secundarias?

Como tramas secundarias podemos encontrar las siguientes:

Siendo la abadía, donde domina el silencio de los siglos, un lugar famoso por su excepcional biblioteca, ¿dónde se encuentran los libros? En el scriptorium están solamente aquellos con que los monjes trabajan. Todos los otros libros que constituyen la soberbia y magna biblioteca, ¿dónde se encuentran?
Otra trama secundaria y con la que podemos realizar muchas y generosas conjeturas es aquella que plantea el misterio que rodea a un libro en especial. Un libro prohibido. Un libro que quienes lo conocen, no quieren que se sepa de su existencia. Un libro peligroso. Un libro que mata o por quien algunas personas matan. Seguramente escondido en una estancia o biblioteca prohibida.
Un libro que es una puerta abierta al pecado. Un libro que podía incitar a las personas a perder el miedo al infierno y no tener que necesitar a Dios. (Finalmente se sabrá que se trata de un supuesto segundo libro de Poética de Aristóteles, dedicado a la comedia, a la risa, a lo grotesco. Lo cómico, lo humorístico es lo que pretende imitar lo defectuoso. La risa es el amparo de la plebe. Lo grotesco, una parte de lo feo.)
El supuesto libro plantea una tesis que va en contra de las tesis eclesiásticas de aquel entonces: convertir algo tan vulgar y grotesco como es la risa, en un don divino. Que la risa, esa grotesca característica propia de la plebe, le ayude a acercarse al Todopoderoso. Algo que los eclesiásticos del siglo XIV no podían permitir. Las personas estamos en este mundo para expiar nuestros  pecados y culpas, empezando por el pecado original, aseguraban. Jesucristo nunca rió, sentenciaban. 
Umberto Eco, El nombre de la rosa, F. Murray Abraham
Bernardo Gui
Una tercera trama es la que rodea a los actos inquisitoriales. Inquisición, inquisidores, herejes y herejías. Brujas, gatos negros y rituales satánicos. Cuando en realidad y en aquellos tiempos de hambruna, cualquiera de la plebe hacía cualquier cosa con un fin tan primario como el de conseguir algo para poder comer. Inocentes de herejías torturados en mazmorras. Inocentes de herejías enviados a la hoguera. En hogueras de fuego purificador. Fuego sanador de todos los pecados y culpas de la plebe que comete herejía. Cuando en realidad el fuego quema y mata cruelmente.
Ahora una trama secundaria que envuelve a las anteriores. No es una trama tan patente, tan de acciones y acontecimientos que suceden a los personajes en la abadía y durante poco tiempo como las anteriores. Más que hablar de trama, se puede hablar de escenario dialéctico.
Se trata de la lucha contra la idea que representa el pensamiento de la época, el pensamiento medieval de las clases ilustradas, especialmente el de la Iglesia católica: la espiritualidad; y en su contra: la racionalidad. La Iglesia, la espiritualidad; Guillermo de Baskerville, la racionalidad a pesar de ser monje (ficticio). David contra Goliat. El sentido común contra el bendito y bendecido fanatismo beato de la época, representado por el monje Jorge de Burgos, el bibliotecario que envenena el supuesto segundo libro de Poéticade Aristóteles, y por el inquisidor Bernardo Gui, especialmente.
 
Umberto Eco, El nombre de la rosa, Valentina Vargas
Campesina
Por último, otro escenario dialéctico: el poder del conocimiento frente al poder de conocer. Guillermo de Baskerville y su aprendiz Adso de Melk.  Maestro frente a discípulo. Monje franciscano y novicio benedictino. Vejez y erudición frente a adolescencia e inexperiencia.
Aunque por otro lado, ambos gozan de la experiencia de la humildad y el servicio a los demás según las “reglas” de cada orden.  La regla de san Francisco frente a la regla de san Benito. Los espirituales: pobreza y observancia frente a oración y trabajo. Uno enamorado muchas veces: de Aristóteles, Ovidio, Virgilio, Tomás de Aquino… otro enamorado una sola vez: de una campesina del pueblo junto a la abadía. En un momento dado, amor fraternal frente a amor carnal. Y en todo este universo dialéctico, el nombre de la rosa.
¡Nos vemos pronto!
V.P.  
 
 
© Imágenes: Guillermo y Adso; Bernardo Gui; Campesina. Todas en Images Google.              
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Prueba 1

Prueba 1