jueves, 13 de abril de 2017

Por qué nos gustan las novelas de misterio

¿Por qué nos gustan las novelas de misterio?
Umberto Eco se formula indirectamente esta pregunta en su libro “Apostillas a El nombre de la rosa”. Exactamente se pregunta por qué nos gustan las novelas policíacas. En la respuesta, nos habla de conjeturas, lógica de la ficción y laberintos.
 
Umberto Eco, 1932-2016
Umberto Eco
 
El pasado mes de febrero se cumplió un año desde que Umberto Eco falleció en Milán, Italia. Fue lingüista, filósofo, semiólogo, profesor, escritor de novelas… entre otras muchas actividades más.
Escribió tratados de semiótica, lingüística y ensayos sobre los medios de comunicación. Es conocido principalmente por su primera novela titulada El nombre de la rosa (Lumen, 1980).
Cinco años después, publicó Apostillas a El nombre de la rosa (Lumen, 1985).

El libro fue concebido para dar respuesta a innumerables preguntas que sus lectores le formulaban acerca de la historia de “La abadía del delito”, primer título de la novela. Título que Umberto Eco descartó porque fijaba la atención en la acción detectivesca y podría llevar a error a algún lector que fuera buscando solamente una trama policial.

En el capítulo titulado La metafísica policíaca, Umberto Eco reflexiona acerca de por qué a las personas nos gustan las historias policíacas y de misterio.
Señala dos motivos. Uno, porque NO nos atrae especialmente los delitos cometidos en la trama: asesinatos, robos, secuestros… sino que nos atrae descubrir junto al detective quién o quiénes son los culpables y que finalmente todo el “orden social, legal, moral…” quede restablecido de alguna manera.
Un motivo segundo es el que asegura que la novela detectivesca o policíaca es pura conjetura; es la representación de lo conjetural y esta representación de la conjetura se crea sobre la base de algo tan primitivo como “quién es el culpable” de todo este desaguisado.
Para saber o creer saber quién es el culpable, tenemos que conjeturar. En la ficción, la lógica de la trama es la lógica “que le ha impuesto el culpable”, nos asegura Eco. Cada historia o cada investigación de conjeturas nos cuenta o nos recuerda a algo con lo que solemos convivir. Porque lo que la ficción pretende, asegura Alison Lee, no es la realidad, sino la ilusión de realidad.  
 
 
En la trama de “El nombre de la rosa”, la historia de base (sentido de base), es decir, la estructura o trama principal, se presenta como quién es el culpable de los asesinatos en la abadía. Esta trama principal se divide en tantas otras tramas secundarias como conjeturas presenta cada una de ellas en torno a la trama principal. Es decir, enmarcar una historia dentro de otra historia (apostilla Alison Lee), o por extensión, enmarcar historias dentro de una o más historias.
Siempre he pensado que a las personas nos chifla hacer conjeturas sobre lo que va ocurriendo en una trama detectivesca, en una historia de amor, y lo que es más interesante, sobre lo que va ocurriendo en la vida de los demás y no especialmente en la nuestra.
Sabemos (cuando en realidad creemos saber), cuál es el porqué de lo que le ocurre y le va a ocurrir seguramente a nuestro vecino o a nuestro “enemigo” de enfrente. Lo sabemos o lo creemos saber a partir de conjeturas basadas en lo que nuestro deseo nos clama y no a partir de lo que los hechos nos muestran. Porque todo nos recuerda a algo con lo que convivimos en la vida cotidiana y… en las tramas detectivescas.
Creo que hay mucho de veraz en que no hay nada más humano y a la vez primitivo que pensar en que todo tiene una lógica… en la vida de nuestros semejantes y hasta en momentos determinados de nuestra alegre o triste existencia. Cuando por sentido común e incluso por lógica, esa lógica se da solamente en la lógica de la ficción.
A partir de la base de la conjetura, Umberto Eco desarrolla un modelo abstracto conjetural para historias policiales basado en el laberinto. Modelo que conoceremos en la próxima entrada.
¡Nos vemos pronto!
 
V.P.
Referencias:
  • Eco, U. (1985). Apostillas a El nombre de la rosa. Barcelona: Lumen.
  • Lee, A. (1990). Realism and Power: Postmodern British Fiction. London: Routledge

 

 
 

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