domingo, 10 de julio de 2016

El narrador-amigo ficcionalizado

¿Quién es la persona encargada de contarnos la historia que leemos o vemos en televisión o cine y que se encuentra dentro de la trama?, nos preguntábamos en la entrada anterior. 

Decíamos que se trataba de una instancia narrativa, es decir, de la presencia concreta de un elemento de la historia de ficción, esto es: bien de un personaje, de un fragmento de la acción, de un lugar o  espacio o tiempo, que utiliza el autor o autora  real para contar la trama. Por lo general suele ser un personaje de la historia (el protagonista o un personaje principal) o puede tratarse de una voz ajena a la misma. El escritor es quien materializa la historia haciendo que sean sus personajes quienes cuenten la historia. Es decir, delega en ellos. 

Autorretrato, Vincent van Gogh, Impresionismo
Vincent van Gohg, autorretrato
¿Qué ocurre cuando un escritor, como el caso de Allan Poe en varios relatos suyos, escribe en primera persona? ¿Él es el autor real dentro de la historia?
Exactamente, no.
¿Por qué? Si es él quien escribe sobre él mismo.

Tienes mi bienvenida a una de las teorías anglosajonas que más me han atraído y al mismo tiempo aturdido durante muchos años. Se refiere a esas teorías que hablan sobre quién es la persona que cuenta la historia y el responsable de la misma tanto en una obra literaria (especialmente), como en una obra audiovisual o gráfica (cómic) y otros ámbitos.
En esta entrada nos centraremos en las obras escritas: novelas, relatos, cuentos… El próximo día, en las obras audiovisuales: cine, televisión, radio… 
Actor vs. personaje
Siempre que leemos cualquier tipo de texto escrito, tenemos la inevitable sensación de que alguien en concreto está escribiendo para nosotros. Tendemos a identificarlo con la persona (real) que lo escribe. Y así es en cierto modo.
Sin embargo cuando hablamos de textos de ficción: novelas, relatos… y dejamos aparte los textos científicos: los ensayos, artículos periodísticos… algo cambia ya. La persona (real) que escribe la obra de ficción, se ficcionaliza de alguna manera.
Un ejemplo
Las personas que se dedican al arte de la interpretación: actrices y actores, desempeñan al menos dos roles en su vida como personas reales que viven en nuestro entorno cotidiano. Un primer rol equivale a su estatus de actor o actriz: es el rol real. Un segundo rol es el rol de la ficción, que equivale a cada vez que interpretan un personaje. Son ellos convertidos en un personaje, que puede o no coincidir con su rol real. Si se interpretan a sí mismo, pasan a formar parte de la ficción. Son ellos como actrices o actores en el papel ficticio de ellos mismos.
Lo mismo ocurre con las personas que escriben ficción. El primer rol son estas personas como escritores/escribientes: el rol real. Un segundo rol es cuando cuentan una historia en primera persona, que pueden ser ellos mismos ya ficcionalizados o transformados en un segundo ‘yo’ que puede coincidir o no con su rol real.
El autorretrato de Vincent van Gogh
De modo que si alguien escribe ficción en primera persona, entonces está contando su propia historia y el escritor real, es él mismo dentro de la historia, ¿no es así?

No exactamente.

Incluso cuando contamos nuestra propia historia con todo lujo de detalles en una obra de ficción o en un diario personal, es la historia de nosotros como personajes. Es decir, nos recordamos a nosotros mismos como si fuéramos reales, pero en realidad no lo somos, de la misma manera que los autorretratos de Vincent van Gogh, por ejemplo, nos recuerdan a Vincent van Gogh, pero no son él. Incluso aunque estuvieran pintados con un estilo hiperrealista, no son el real Vincent van Gogh, son pinturas. 

Los autorretratos están ficcionalizados por él mismo. Imagínate lo siguiente: si pudieras pellizcar a Van Gogh, a él como persona real, se quejaría. Si lo hicieras a sus supuestos autorretratos hiperrealistas, más vale que no los estropees. Quienes se quejarían, serían otras personas con cara de muy pocos amigos.
¿Qué nos aporta todo esto a la hora de crear obras de ficción? ¿Para qué sirve todo esto a la hora de escribir relatos de misterio?
¡Nos vemos pronto!
V.P.

Prueba 1

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